Soy
una puta melancólica.
El letargo entre las sábanas
sugiere mayor
paz
que
la que el
mundo
no da.
Me declaro una mujerzuela
que escribe
una que disfruta
los sabores de la vida,
y con la tinta entre mis piernas
con mis dedos de ángel,
con mis ojos grandes
atrapo en mi boca
lo que quiero.
Aunque a veces
como mujerzuela que escribe,
me desarmo de amor
por los valientes
que me han tocado
y supieron enfrentar
las espinas de las rosas.
La fortaleza y la valentía de esta poesía es conmovedor. La franqueza de sus versos dejan intuir un alma dispuesta a volar. Por que volar no sólo es cerrar los ojos e imaginar poseer la virtud de los pájaros. Volar es estar comprometido con el corazón, a no defraudar los latidos, que son en definitiva nuestra única y verdadera riqueza, la que nos diferencia de aquellos que por miedo o mediocridad no se animan a vivir y se conforman con la rutina, con lo fácil, con lo cómodo. Leer estos versos me han alegrado el día. Gracias
ResponderEliminar:) su devolución es bien recibida.
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