Cuando la embriaguez
de los sentidos ya no nutren
la locura llega a tu puerta
ingresa a tus espacios secretos
y toma de ellos
lo mejor de vos.
Dile adiós al sentido común.
un recuerdo romántico
se endulza en tus costillas,
en tu perfume.
Y la pared que
con tanto espero
habías levantado
confirma
el dulce veneno
de tu espíritu
inyecto de pasión.