domingo, 3 de mayo de 2015

Estudiando aikido surgen poemas

Me levanté, bebí un tecito de tilo y me puse a estudiar para aikido. Leer el marco teórico, biográfico y léxico del mismo me ayudó a analizar ciertas cuestiones de mi yuki, el cual a veces siento que es incontrolable. Tan desbordante que me pone frenética y generalmente de mal humor. Es como si un caudal de energía se me escapará de las manos porque se RE embola estar de alguna forma en mi y sale así: buapapatapfapfapsbdjdbffd iiiaaaaggaarrgggggh°! Devienen migrañas. Ese estado pareciera la pudredumbre de mi ki y si que te pone de los pelos, hiper triste, nauseabunda, chau vida.
Pero vayamos al grano de la cuestión. Hace un ratito escribí un poemita y quedó como lo leerán en unos instantes. De paso hago una consulta, ¿Hay alguien por ahí que sepa algo respecto al cultivo de la energía? La ilustración remite a una casa, como uno mismo, como el poema en sí (ya lo decía Leónidas Lamborghini)que hay que habitar, y no hay nada mejor que habitarlo con paz. Estamos en camino.


Yuki
Pequeño torbellino de energía
desplazándose cerca suyo,
el miedo superado
es motivo y alimento
de la potente fortaleza
que proyectan sus ojos.

El amor se consolida
en el despliegue
de su voluntad,
todos los caminos
son el mismo
para los guerreros del caos
engendradores de la paz.
Yuki