domingo, 17 de mayo de 2015

Pero no

En este espacio
iría el poema mas sublime
salvaje y tierno,
el más encantador
que desgarre con la paz
del agua
y del viento
tu memoria
y así puedas verme
poco nítida con aura débil.
Conseguiría acaso ese abrazo.
Pero no.
Hay una niña corriendo
a la vuelta de la manzana
trepando al techo de una casa
que se duerme mirando las estrellas
mientras la buscan con desesperación



sábado, 9 de mayo de 2015

Hotarubi no mori e



Título: Hotarubi no mori e (En el bosque de las luciérnagas)
Director: Takahiro Omori
Guión: Yuki Midorikawa
Duración: 40 minutos
Año: 2011
País: Japón
Música: Makoto Yoshimori
Productora: Brain's Base

¿Tu corazón es débil? Si la respuesta es afirmativa, pues vaya, no te recomiendo esta breve pero intensa historia. Si no puedes soportar la curiosidad y deseas morir un rato, hazlo. Mirala. No hay desperdicio alguno.
Esta es la tierna historia de un par de amigos. La distancia, de la índole que se te ocurra en este momento, y su contraste llevará la narración de un modo delicado. Es inevitable sentir el ambiente melancólico de la trama, pero es que no hay otro camino.
El verano en el bosque de la montaña de dios será el escenario donde la pequeña Hotaru conocerá a Gin, un espíritu del lugar. A pesar de que no pueden tener contacto una fuerte amistad los encontrará todos los veranos hasta que Hotaru se convierte en una mujercita.




Ciertamente resulta una historia sencilla y predecible. Pero muy bien lograda. Es poseedora de buenas animaciones con ambientes naturales y una banda sonora que incluye doce canciones de la genialidad de Makoto Yoshimori que otorgan solidez y dulzura. Además  de la combinación fantasía-realidad nos ofrece drama-comedia, en partes casi iguales, exceptuando el obvio pero atronador final. No se puede pedir más. Nimia obra, gran exponente de lo simple. Los japoneses saben pasarla bien, sufrir bien, y meditar siempre. Hay que vivir.

Una enseñanza: fijate al final.

Rayo







domingo, 3 de mayo de 2015

Estudiando aikido surgen poemas

Me levanté, bebí un tecito de tilo y me puse a estudiar para aikido. Leer el marco teórico, biográfico y léxico del mismo me ayudó a analizar ciertas cuestiones de mi yuki, el cual a veces siento que es incontrolable. Tan desbordante que me pone frenética y generalmente de mal humor. Es como si un caudal de energía se me escapará de las manos porque se RE embola estar de alguna forma en mi y sale así: buapapatapfapfapsbdjdbffd iiiaaaaggaarrgggggh°! Devienen migrañas. Ese estado pareciera la pudredumbre de mi ki y si que te pone de los pelos, hiper triste, nauseabunda, chau vida.
Pero vayamos al grano de la cuestión. Hace un ratito escribí un poemita y quedó como lo leerán en unos instantes. De paso hago una consulta, ¿Hay alguien por ahí que sepa algo respecto al cultivo de la energía? La ilustración remite a una casa, como uno mismo, como el poema en sí (ya lo decía Leónidas Lamborghini)que hay que habitar, y no hay nada mejor que habitarlo con paz. Estamos en camino.


Yuki
Pequeño torbellino de energía
desplazándose cerca suyo,
el miedo superado
es motivo y alimento
de la potente fortaleza
que proyectan sus ojos.

El amor se consolida
en el despliegue
de su voluntad,
todos los caminos
son el mismo
para los guerreros del caos
engendradores de la paz.
Yuki



viernes, 1 de mayo de 2015

La muerte es imprescindible





La naturaleza humana implica un sin numero de idas y vueltas en todos los aspectos. La vida y la muerte, dotándose de sentido recíprocamente,  nos condicionan de manera inexorable. Estos tópicos nos bendicen y devuelven la sacralidad, y los que tenemos la posibilidad de sentirlo y hacer de ello una experiencia enriquecedora debemos asumir la enseñanza nunca acabada.
He estado muriendo mucho desde hace un buen tiempo. Una década para ser más precisos. En ese lapso incurrieron innumerables resucitadas, como la de hace unas horas atrás. Lo reconozco porque la sonrisa es fácil, la alegría por las pequeñeces es fortuita y esa sencillez me inspira continuar.
Habrán sido diversos factores los que otorgaron su cuota en el estado actual, pero le atribuyo la eclosión final a Los Caballeros del Zodiaco. Anoche se me ocurrió ver Las 12 Casas. Oh esos capítulos impregnados en la memoria de los 90!, en la inocencia de los que veíamos Magic Kids por la tarde inmediatamente después de volver de la escuela sin sacarnos los delantales. En fin fue la saga de los guardianes del universo, protectores de Athena, que  con su trípode Amor, Lealtad, Voluntad-Fortaleza revivieron en mi , cuál Ave Fénix, el fuego de la vida.
Hallé un concepto crucial y fundamental en toda esta historia de los Caballeros del Zodiaco y la vida en si misma consolidandose a través de la muerte, este es el amor que nos define en nuestras cotidianidades moviéndonos en el tiempo-espacio. De allí la sangre nutritiva que gira en las estrellas, de allí el poder para hacer crecer nuestros cosmos. A partir de y en ello podemos conocernos para hacernos, rehacernos, desarmados, deshechos para luego incorporar el nuevo terruño a nuestro espacio. Y crecer.
La muerte es una invitación, una oportunidad. Se sabe que las revoluciones son lentas, dolorosas, y es que el esfuerzo al cambio es así. Luego, al menos sin la muerte física, al entrar en la 
nueva vida la satisfacción nos invita al abrazo de nuestro sacrificio. Es por todo esto que Rayo Azul ha cambiado, muerto y nacido. 
Pronto, poco a poco, verás el manifiesto de su deseo primigenio pero fortalecido por la experiencia a través del tiempo en la tierra.
 Rayo